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INFORMACIÓN DE LA DGT: VARIACIÓN DE CONSUMO Y TIEMPO DEPENDIENDO DE LA VELOCIDAD
Publicado: 17/04/2015 10:26 por Administrador en MOTOR
Con el tiempo y los kilómetros, los conductores adquirimos manías que, a la larga y sin darnos cuenta, pueden terminar por romper nuestro coche. Identificarlas y admitirlas, es el primer paso para corregirlas.
Son 10 manías que pueden romper tu coche:
1. Cambiar de marcha a bajas revoluciones
Es uno de los pilares básicos de la conducción eficiente. Con ello se consigue una reducción del consumo de combustible, pero a la larga también puede acarrear problemas graves y costosos. Y es que, cambiando a bajas vueltas y forzando demasiado el motor podemos reducir notablemente la vida útil de la válvula EGR por la acumulación de carbón si nuestro vehículo es diésel, mientras que en los vehículos de gasolina podemos dañar el catalizador.
2. Esperar que el motor ‘coja’ temperatura
Es cierto que, si una vez hemos arrancado esperamos unos 30 segundos antes de iniciar la marcha, conseguiremos que el aceite llegue al circuito y así habrá una mejor lubricación; pero los elementos que no están en el bloque motor no habrán alcanzado el nivel óptimo de funcionamiento.
A cambio, gastarás más combustible. Lo que debes hacer es conducir de manera suave los primeros minutos.
3. No limpiar el coche a menudo.
Más que el coche, para evitar averías lo que hay que mantener limpio es el motor. Así será más fácil localizar fugas; además, que el motor tiene mejor enfriamiento, y es mas sencillo hacerle los mantenimientos.
4. Parar el motor cuando llegas al destino
Si, después de un viaje largo, quitamos la llave nada más llegar, el aceite que mantiene el circuito tendrá tendencia a carbonizar y provocar averías. Para evitarlo, lo mejor es mantener el coche un par de minutos al ralentí, para que el sistema de refrigeración y la propia circulación del aceite enfríen el turbo.
5. No soltar la palanca de cambios
Aunque parezca una exageración si dejas la mano descansando sobre la palanca de cambios, ejerces presión sobre los mecanismos internos de la transmisión y desgastas los sincronizadores y rodamientos, lo que se convertirá a largo plazo en vibraciones y engranajes de marchas más imprecisos.
6. Olvidar los neumáticos
Revisa las presiones, al menos, una vez al mes. Así evitarás que los neumáticos se desgasten de forma irregular y prematura. Además, sin las presiones correctas las posibilidades de sufrir un reventón se multiplican.
Otra mala manía que tenemos es la de aparcar subidos a bordillos o dejando las ruedas apoyados en ellos, ya que al hacerlo podemos provocar pequeños cortes en la superficie o deformaciones que indirectamente también repercutirán sobre la suspensión. Por eso, evita estacionar subiéndote a los bordillos, y si no hay más remedio, trata de subirlo lentamente y por la parte más baja.
7. Pisar el pedal del embrague
El mal uso del embrague es algo que pude provocar un mayor desgaste de sus componentes, produciendo fricciones internas y afectando a todas las piezas que actúan sobre el mismo, lo que se traducirá en su sustitución antes de lo que realmente debería hacerse.
8. Abusar de los frenos
Hablamos de esos coches que, en pendientes pronunciadas, llevan constantemente la luz de freno encendida olvidando que existe el freno motor. Esto durante un largo periodo de tiempo acarrea mayor desgaste de discos, pastillas y líquidos de frenos.
9. No frenar en los badenes
Con pasar un badén a toda velocidad sólo conseguirás cargarte un neumático, arruinar una llanta, o hacer polvo la suspensión.
10. Apurar demasiado el depósito de combustible
En el depósito se acumulan las impurezas de los combustibles que, en caso de llegar a la reserva, son absorbidos por el sistema de alimentación y obstruyen los inyectores. Lo más recomendable es repostar cuando te quede más o menos un cuarto de depósito, así evitarás tener que dejar en el taller un donativo de 600 euros.

El Peugeot 508 representa un importante salto cualitativo con respecto a su antecesor en la saga, el 407. En cierto modo, nos encontramos con algo parecido a lo que experimentó su primo hermano de Citroën, el C5 en el año 2008. A simple vista podemos ver que la prestancia del nuevo modelo es más Premium y que sus diseñadores, además, han ido más allá a nivel estilístico.
En función de los acabados del modelo la firma francesa prevé unos descuentos de promoción comprendidos entre los 800 y 1.400 €. La unidad que nosotros hemos probado es el:
508 Allure 2.0 HDi 140 | 29.400 € |
Lo primero que sorprende al acceder a su interior es la calidad percibida, una sensación que se consigue, por un lado, con el empleo mayoritario de buenos materiales y pocos plásticos duros y, por otro, gracias a un cuidadoso ensamblaje en el que las piezas encajan con bastante precisión, manteniendo unas superficies homogéneas sin escalones desagradables ni rebabas en los cortes.
La dirección de Peugeot, que apunta hacia el Volkswagen Passat como principal rival de su recién estrenado producto, no oculta sus ambiciosos objetivos en estos momentos delicados y cree firmemente que se colorarán líderes en el ranking de ventas de la categoría.
Buena parte del aumento de longitud que experimenta el 508 en relación a su antecesor se encuentra en la distancia entre ejes, que ahora es 9,2 centímetros mayor. Eso se traduce en un espacio extraordinario para las piernas en las plazas traseras, unas plazas que también son amplias en altura y anchura, lo que unido a una banqueta razonablemente cómoda en la zona central permite que cinco adultos viajen mejor de lo que es habitual en vehículos de este tamaño.
Las dimensiones del maletero tampoco están mal, 515 litros en la berlina y 560 en el SW, a pesar de que todas las versiones, a excepción de la más cara (GT), disponen de una rueda de repuesto normal, que en el caso de ésta otra es de ’galleta’. Excelente es el calificativo que merecen los asientos en cualquiera de las cinco versiones de acabado que tiene la gama: Access, Active, Business line (sólo para empresas), Allure y GT, Su ergonomía es perfecta, la sujeción también y los diferentes tapizados se muestran atractivos y agradables al tacto.
Redondea el apartado de confort el buen aislamiento acústico y un chasis absolutamente equilibrado, con suspensiones que absorben bien las irregularidades del terreno, a la vez que aportan dinamismo y precisión en la conducción. La dirección, los frenos y el resto de componentes mecánicos cumplen su cometido con idéntica solvencia, lo que permite al conductor disfrutar al volante con un coche que convierte la experiencia de viajar en algo placentero. .
Desde su lanzamiento el 508 dispondrá de una generosa oferta mecánica. Por un lado, habrá dos motores de gasolina, ambos de 1.600 centímetros cúbicos, el básico con 120 caballos de potencia y acoplado a una caja de cambios manual automatizada de seis velocidades y el otro con 156 CV, para el que se puede elegir entre una transmisión manual y otra automática, en los dos casos de seis marchas.
La alternativa en diésel es aún más variada y comienza con un propulsor 1.6 de 112 CV y cambio manual de cinco velocidades. Una segunda versión de este mismo motor, denominada e-HDI, va asociada a la transmisión pilotada de seis marchas y, ayudada por el suave sistema Start/stop de última generación, consigue rebajar el consumo un 15%, hasta los 4 litros justos de media, y las emisiones de CO2 a 109 gramos por kilómetro.
El siguiente escalón lo ocupa el 2.0 HDI con cambio manual de seis velocidades, una combinación de eficacia demostrada y que supondrá prácticamente la mitad de las ventas de este coche en España. Le siguen una evolución del mismo propulsor, pero con 163 CV y transmisión automática de seis marchas y, en la cumbre de la gama, se sitúa el cuatro cilindros de 2.2 litros y 204 CV, con acabado GT y también cambio automático.
Esta última mecánica sustituye a la anterior 2.7 V6 de la misma potencia, pero se muestra infinitamente más eficiente en consumos y emisiones, además de mejorar también las cifras de aceleración y recuperaciones. De su escape sólo salen de media 150 gramos por kilómetro de CO2, lo que equivale a una reducción del 33% respecto al propulsor anterior de seis cilindros.
A partir de 2012 la tecnología Hybrid4, que antes se habrá estrenado ya en el modelo 3008, llegará a la gama 508. Se trata de un novedoso sistema que combina un motor diésel de 163 caballos para el eje delantero con uno eléctrico de 37 para el trasero, lo que proporciona en conjunto una potencia de 200 CV y tracción a las cuatro ruedas, gracias a ese mecanismo de doble propulsión gestionado electrónicamente.
Los precios del Peugeot 508 van desde los 23.400 euros del más barato a los 38.500 del GT. No tendrá ningún tipo de campaña de lanzamiento, pero se permite a los vendedores del concesionario que jueguen con un margen de entre 800 y 1.400 euros en la negociación final con el cliente.
Cuando conduces tu coche hay algunas cosas que tienes que llevar en él por obligación. Luego hay otras que no están de más que lleves, para hacer frente a cualquier imprevisto.
OBLIGATORIO:
Estamos obligados a tener los papeles del vehículo en regla, el permiso de circulación, la ficha de itv al día, el seguro del coche y el impuesto de circulación de nuestro municipio abonado. No conviene olvidarse de los partes amistosos europeos de seguro ni de un par de bolígrafos (uno siempre suele fallar) para rellenarlo, llegado el caso.
Recuerda que tu rueda de repuesto debe de estar en perfecto estado para cambiarla en caso de que haga falta. Hoy en día muchos coches, para evitar cargar con pesos innecesarios, traen ruedas más pequeñas (esas duran poco, apenas puedes recorrer 100 km con ellas) o sprays que resuelven los pinchazos de forma inmediata hasta llegar al taller más próximo.
Eso sí, hoy en día ya no es obligatorio llevar el juego de lámparas de repuesto, debido a lo complejo que es hacerlo en los vehículos modernos.
Lo que sí debes llevar, por si sales del habitáculo en una carretera o autopista, es un chaleco reflector. Es obligatorio como mínimo uno para el conductor o conductora, aunque no está de más llevar dos.
Los triángulos de señalización (son obligatorios dos aunque se colocarán dos o uno dependiendo el tipo de vía), completarán la labor de que los demás conductores de la vía te localicen inmediatamente y se eviten accidentes.
ACONSEJABLE
- Móvil por si te quedas parado en algún lugar (sobre todo ahora que están eliminando los postes SOS). Una manta también viene bien si surge una incidencia de este tipo o tenemos que dormir en el coche.
- Un trapo para limpiezas de urgencia (desde barro en los cristales a la cala del aceite). Pañuelos de papel para limpiezas de urgencia del conductor.
- Un botiquín de urgencias. Ya habíamos hablado de todo lo que debería llevar este botiquín.
- Garrafa de aceite de nuestro motor, con lo que queda del cambio anterior (por si hay alguna pequeña fuga y hay que rellenar). Aquí puedes aprender a comprobar si el aceite de tu coche es el correcto.
- Garrafa vacía de al menos 5 litros (o de agua) por si te despistas y te quedas sin gasolina.
- Paraguas por si sufres una avería y llueve. El agua dificulta cualquier revisión o reparación que quieras hacer.
- Una pequeña navaja o cuchillo para cortar el cinturón si nuestro coche o alguno que encontremos sufre un accidente y no se suelta para rescatar a la persona.
- Un bote con algo de alcohol de 96º para cuando se congela el parabrisas (aquí tienes más consejos de invierno).
- Linterna (mejor que funcione con dinamo y no con pilas).
- Mapa de carreteras o un navegador (si el coche no lo trae de serie), aunque un móvil inteligente suele traerlo incluido.
- Precinto de embalaje por si, en algún golpe leve, se cae el paragolpes o un retrovisor.
- Pinzas para arrancar el motor si la batería del nuestro se agotó.
- Un extintor (que si lo llevan los camiones). Puede evitar daños a las personas o que un pequeño incendio se convierta en un siniestro total del vehículo.